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La caminata hacia la playa definitivamente vale la pena. La playa en sí es impresionante y realmente se siente como un paraíso.
Esta playa solo se puede llegar por sendero desde Praia do Sono y está bastante aislada. Hay algunos arroyos que desembocan en la playa y muchas áreas sombreadas para relajarse. Las olas pueden ser bastante fuertes, por lo que solo lo recomendaría para tomar el sol. Es importante tener en cuenta que, como no es un lugar popular, nadar puede ser peligroso sin nadie alrededor para ayudar. Además, no se permite acampar en la playa ya que forma parte de la Reserva Joatinga.
La playa es impresionante y ofrece grandes olas, pero es importante ser cauteloso con la corriente que puede arrastrarte hacia el mar. Desafortunadamente, no hay señales que adviertan del peligro, así que es mejor ser extremadamente cuidadoso. Si te atrapa una corriente, trata de nadar paralelo a la costa y luego regresa a la playa una vez que estés fuera de ella. La seguridad siempre debe ser una prioridad principal al disfrutar de la playa.
La playa es impresionante y aislada, con un pequeño sendero que conduce a la playa de Antiguinhos. Se puede llegar en barco desde Vila do Oratório o tomando el sendero Tb. La piscina natural es tranquila, y el agua en la playa es cristalina con olas suaves y poca profundidad. Durante el Carnaval, el paseo en barco cuesta 50.00 por persona, pero la playa sigue siendo tranquila, incluso en días festivos, sin vendedores ni quioscos. Además, hay un sendero que conduce a Praia do Sono, y a mitad de camino, hay un mirador.
Tropecé con el camino de la playa por casualidad y decidí explorarlo alrededor de las 6:30 AM. Fue un paseo tranquilo y no encontré a nadie en el sendero ni en la playa. Tuve toda la playa para mí durante unos 20 minutos antes de que empezaran a llegar otros. La playa es impresionante y definitivamente vale la pena visitarla.