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En mi primera visita, quedé completamente enamorado de la playa. La mayoría de la costa estaba compuesta por finas partículas de arena, mientras que más cerca del agua, pequeñas piedras salpicaban la zona. Este lugar es ideal para las familias de vacaciones, ya que hay una gran cantidad de tumbonas y bungalows disponibles para su uso. Además, hay una gran variedad de actividades ofrecidas para mantener entretenidos tanto a niños como adultos.
Un lugar idílico para relajarse y disfrutar del sol junto al resplandeciente mar. La playa presume de una encantadora mezcla de arena suave y guijarros que conducen a las aguas invitadoras. Los visitantes pueden disfrutar de la comodidad de sombrillas, bungalows y un parque infantil para los más pequeños. Aunque la playa pueda estar bulliciosa con gente, todavía hay suficiente espacio para extenderse y relajarse. Además, hay una variedad de tiendas y cafeterías en las cercanías, así como una parada de autobús y alojamientos en alquiler para aquellos que deseen prolongar su estancia.
Sorprendentemente, todas las necesidades para unas vacaciones perfectas se encuentran convenientemente ubicadas en un solo lugar. Desde tiendas y tiendas de souvenirs hasta salones de masaje y vales de tours, este lugar lo tiene todo. Además, hay numerosas casas de huéspedes que se adaptan a diferentes presupuestos y preferencias. La playa cuenta con un terreno nivelado, sin inclinaciones o declives pronunciados, lo que la hace accesible para todos, incluidas las personas con discapacidades. Una ducha está disponible en la playa, aunque la presión del agua no siempre es óptima, es suficiente para enjuagar los pies. La arena de la playa es gruesa, con pequeñas piedras ocasionales. En general, recomiendo altamente esta playa.
La llamada base Priboy no es más que una vasta extensión de tierra abarrotada de hoteles de diferentes grados de decadencia. La entrada es gratuita, pero no te dejes engañar: te atraparán con los bungalows y las tumbonas. Y ni siquiera pienses en quedarte en uno de los hoteles del lugar a menos que estés dispuesto a pagar precios exorbitantes que son imposibles de evaluar con precisión. La única salvación de este lugar es la playa, que es lo suficientemente decente con su costa de guijarros y su amplia franja de arena. Pero incluso eso está empañado por la constante avalancha de tiendas de souvenirs, puestos de frutas y trampolines horteras. En resumen, una experiencia deprimente y decepcionante.
Playa de Miami