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El océano cristalino y la costa prístina están enclavados en un pintoresco bosque de pinos, creando una playa impresionantemente hermosa. La atmósfera tranquila y el entorno natural virgen hacen de este un destino verdaderamente único y especial.
La playa es un lugar exquisito que presume de un personal hospitalario, pizzas deliciosas y pescado fresco que dejará tus papilas gustativas deseando más. La playa de arena es una vista impresionante, con agua cristalina que está libre de cualquier desecho o contaminante. Definitivamente, es un destino que debes visitar y que recomendamos encarecidamente.
¡Esta playa es una auténtica joya! Todo está meticulosamente organizado y mantenido, lo que la convierte en un destino perfecto para todos. El lido es increíblemente limpio y bien cuidado, y el aparcamiento en el solar es una excelente opción para un estacionamiento seguro y sombreado, a solo 400 metros por solo €5. El servicio de transporte también está disponible por solo €2 por persona, ida y vuelta, lo que facilita el acceso a la playa. Las tumbonas con sombrillas y mesas están disponibles por solo €6 por pieza, y también hay mesas gratuitas para usar. La playa en sí es inmaculada, con aguas cristalinas que se extienden hasta donde alcanza la vista. ¡No solo me creas a mí, echa un vistazo a las fotos y compruébalo por ti mismo! Personalmente, he convertido esta playa en mi lugar de escapada semanal habitual, y la recomiendo encarecidamente a cualquiera que busque una experiencia de playa fantástica.
Esta destinación ofrece tanto una experiencia serena en el océano como opciones de comida deliciosas. La playa se complementa con un frondoso bosque de pinos, proporcionando un escape refrescante de los rayos del sol. Al atardecer, disfrute de una cena junto a la playa. Si bien la pizza puede no estar a la altura de los estándares napolitanos, el resto del menú es satisfactorio. La tarifa de entrada a la playa es de solo 2 euros por automóvil, y una vez allí, puede disfrutar de un tramo de arena aislado si lo desea. Para enjuagarse, aproveche las duchas frías y calientes de 50 centavos, una amenidad asequible y confiable.
Aunque las tumbonas son viejas y algunas están rotas, la playa es impresionante y merece la pena visitarla. El precio puede parecer elevado, pero es importante destacar que el aparcamiento está incluido. El planeta adyacente es una auténtica joya, ofreciendo un lugar sombreado para disfrutar de un delicioso almuerzo mientras se contempla las impresionantes vistas del mar. A pesar de la falta de cuidado de las tumbonas, la belleza de la playa y sus alrededores la convierten en un destino imprescindible.